En la milonga pululan personajes que merecen una entrada aparte. Personajes a los que todos conocen por su apodo (de hecho, ¿quién cuernos pone los apodos y cómo es que se difunden tan rápido?) y que, todas las noches, aparecen como extraños fantasmas que van y vienen...
En La Viruta, lugar que yo frecuento más a menudo, tenemos, entre otros:
En La Viruta, lugar que yo frecuento más a menudo, tenemos, entre otros:
- El Viejito. Un clásico. Se trata de un señor muy, muy anciano, o en todo caso así parece, muy, muy encorvado, que camina con pasitos muy, muy cortitos, y que saca a cuanta mujer se le cruce, con un pasito de baile en el pasillo, la mano tocándose el pecho. Apenas puede levantar la cabeza de lo encorvado que está. La verdad que es muy enternecedor el Viejito. El tema es que si una rechaza la invitación, aunque sea cordialmente y con una sonrisa, el Viejito empieza a refunfuñar cosas ya no tan enternecedoras como: "Hija de puta mmpphsgrrrrmph la puta que te parió grmphmgrphmm" y sigue su camino puteando y masticando rencor entre sus dientes, hasta la mujer siguiente.
Más de una mujer piensa que se trata de un viejo milonguero de esos que tienen nombre y apellido y acepta bailar con él. Rápidamente se da cuenta de su equivocación y pone una cara de sufrimiento que no les puedo explicar.
- Carlitos Balá. La verdad, hace muchísimo que no lo veo, y me empieza a preocupar. ¿Qué le pasó a Carlitos Balá? ¿Alguien lo vio últimamente? Carlitos Balá es un señor que durante muchos años fue a La Viruta los fines de semana, durante la primera parte de la noche. Un tipo muy alto, siempre vestido con traje y con el corte de pelo típico de Carlitos Balá (luego se lo cambió, se hizo crecer una especie de mecha larga que le tapaba media cara, pero lo seguimos llamando así). También saca a cuanta mujer se le cruce. No conozco a ninguna mujer que no lo haya dejado plantado en medio de la tanda.
Yo misma tuve el tremendohorrorhonor de bailar con Carlitos Balá. Era principiante, decía que sí a todos los que me sacaban.
Para qué... Me apretaba de manera realmente desubicada, y me soplaba al oído cual locomotora embalada. Realmente desagradable. Como todas, después del primer tango le dije que muchas gracias, pretextando un cansancio repentino, y salí de la pista. Era la primera vez que hacía eso, realmente tenía buenos motivos...
- El Escriba. También conocido como El Caminante. Como sus dos apodos indican, se trata de un señor que escribe y camina.
Toma muchísimas clases de tango, en La Viruta y en otros lados, clases en las que filma a los profesores y en las que toma apuntes de manera frenética. Se la pasa filmando y escribiendo. Debe tener el archivo de clases más importante del planeta. No sé qué hará con ese material luego, pero si alguna vez se le ocurre hacer un libro o un DVD con eso, tendrá para decenas y decenas de fascículos y si se pone las pilas, se puede hacer millonario.
Eso sí, tanto asistir a clases y anotando, visiblemente no le sirve de gran cosa, porque en la milonga, se la pasa... caminando. Da vueltas y vueltas a la pista, sin sacar a nadie. Camina con pasos de tango, marcando el ritmo, apurándose en los contratiempos, las manos en la espalda, muy concentrado, sonriendo mucho.
Un misterio total.
- La poeta. Para mí, de lejos, el personaje más tierno. Se trata de una mujer que camina con dificultad, apoyada en un bastón, y recorre las milongas vendiendo libros de poesías escritas por ella. Incansablemente, todas las noches, deambula entre las mesas de las milongas porteñas esperando que alguien le compre un librito. Más de una vez la vi sentada sola en un café de Palermo, mirando televisión, quizás esperando la hora propicia para hacer su tour milonguero, o al contrario descansando después de una noche de caminar y caminar con sus libritos en la mano.
¿Y ustedes? ¿Qué personajes se les ocurre de su milonga favorita?