lunes, 5 de septiembre de 2011

Los extranjeros arrasan en el Mundial de Baile 2011

Algunos están escandalizados. Otros consideran que es el justo reconocimiento a la labor de aquellos que se desloman para bailar lo mejor posible.

El hecho es que las tres parejas ganadoras del Mundial de Baile 2011 son... ¡extranjeras!

Y más aún: la pareja ganadora, procedente de Colombia, integrada por Diego Julián Benavidez Hernández y Natasha Agudelo Arboleda, también habían ganado, pocos días antes, en la categoría sacada de la galera de los organizadores del Campeonato de la Ciudad (ex campeonato metropolitano), Milongueros del Mundo.

Los subcampeones, John Erban y Clarissa Sánchez, son oriundos de Venezuela, y los que consiguieron el tercer puesto, Brian Nguyen y Yuliana Basmajyan, vienen de Estados Unidos.

Y esto no termina acá: los puestos número 4, 5, 6 y 7 también quedaron en manos de parejas extranjeras (una italiana, una japonesa, y dos más de Colombia). Recién en el puesto 8 aparece una pareja de argentinos. Los campeones de la Ciudad, Pedro Ochoa y Natalia Almada, consiguieron el puesto 13.

Nunca en la historia del Mundial había sucedido que el podio quedara enteramente en manos de extranjeros. Y fue justo este año, en que hubo una polémica luego de que se impidiera a los extranjeros presentarse en el Campeonato de la Ciudad, con el argumento de que una pareja extranjera no puede representar la Ciudad de Buenos Aires en el Mundial (dado que la pareja ganadora del Campeonato de la Ciudad va directamente a la final del Mundial de Baile).

¿Cómo se puede interpretar este resultado?

La primera explicación, es que los extranjeros se matan de trabajo todo el año para conseguir un buen nivel de baile, y lo consiguen. Pero ¿es esto suficiente para explicar que hayan literalmente arrasado en el Mundial y ganado los siete primeros puestos?

Otra explicación, es que el escándalo, incluso a nivel judicial, fue tal (recordemos que el Campeonato de la Ciudad estuvo a punto de ser anulado lisa y llanamente), que elegir solamente a extranjeros era una manera de compensar y de demostrar que no, los argentinos, o en todo caso los responsables de los festivales y campeonatos de tango de la Ciudad, no son xenófobos ni discriminatorios.

Es posible que si el reglamento del Campeonato de la Ciudad no hubiera incluido esa cláusula discriminatoria que impedía que los extranjeros se pudieran presentar (cláusula que no existía en las ediciones anteriores), el resultado del Mundial habría sido otro.

No lo digo por la pareja ganadora, ampliamente merecedora del primer puesto, pero ¿los seis puestos siguientes? Francamente, no lo sé. Es una pregunta que dejo abierta.