jueves, 17 de octubre de 2013

Frases de la milonga #5

Escuchado de un milonguero argentino observando una pista en París:

"Algunos tienen menos tango que Erasure."

domingo, 9 de junio de 2013

Xenofobia

En estos días se está organizando en Villa Malcolm el "Mundialito", campeonato de tango amateur en la milonga ¡Viva la Pepa!.

La organizadora de la milonga es la española Pepa Palazón, que vive en Buenos Aires desde hace casi seis años y lleva a pulmón su milonga los domingos en Villa Malcolm desde hace casi uno.

También es la creadora del programa "Tengo una pregunta para vos", que pretende rescatar la memoria viva del tango.

Nadie puede reprochar a Pepa su falta de compromiso con el tango. Nadie, tampoco, puede reprocharle ser movida por las ansias de ganar dinero. Dudo mucho de que, hoy en día, organizar una milonga signifique ingresos millonarios.

Pero hete aquí que, cuando Pepa anunció en su página de Facebook el inicio del campeonato en ¡Viva la Pepa!, recibió un comentario deplorable:
"Que pais generoso, chango! Una gallega organizando un mundial de tango...por que no organiza un mundial de jota aragonesa?"
Un comentario xenófobo por donde se lo mire: deslegitimiza a Pepa por el único motivo de ser española. Y por ningún otro. El hecho de ser española es, para esa persona, un impedimento para amar el tango y trabajar de eso en Buenos Aires.

Pepa tuvo la inteligencia de contestarle serenamente, cerrando el pico a las personas incapaces de entender que la ciudadanía y el pertenecer a un pueblo y una cultura no dependen de un pedazo de papel como es el pasaporte:
"En agosto hará 6 años que llegué a este país y hoy es la primera vez que recibí un mensaje xenófobo. Lo cual me preduce una mezcla de sentimientos muy intensa en este momento: tristeza, frustración y enojo. Mucho enojo. Esto es lo que escribieron: "Que pais generoso, chango! Una gallega organizando un mundial de tango...por que no organiza un mundial de jota aragonesa? " Sé que no se merece ninguna respuesta pero se la voy a dar, y del mismo modo que él lo escribió: en público. Uno: no organizo un mundial de jota aragonesa porque ni la conozco ni me gusta y Dos: el Mundial no lo organizo yo, aunque no pasaría nada siempre que lo hiciera bien. Lo que organizo es un campeonato de tango en MI milonga, un espacio propio que no discrimina a nadie ni por su nacionalidad, religión, color de piel, orientación sexual, ni nada que se le parezca.. Sí, soy española, pero también soy argentina, más allá de lo que diga mi pasaporte. Amo este país y amo el tango como pocas cosas amo en la vida. Lo amo cada día y en cada instante y lo amo con respeto. Lo amo con este corazón grande y esta mente abierta que la vida me regaló y de la que me siento muy orgullosa. Y, sobre todo, no lo amo sólo con palabras, lo amo con hechos.. Porque lo que yo soy, lo que somos todos, lo definen nuestros actos... y nada más..."
Clap clap clap.

Foto: Fuentes y Fernández

viernes, 24 de mayo de 2013

Lejos del Mundial, los campeonatos de barrio

En Buenos Aires termina este domingo el Campeonato de Baile de la Ciudad de Buenos Aires. Durante dos semanas, las milongas porteñas se vistieron de gala para recibir a los centenares de participantes porteños. 

En agosto se dará la gran fiesta del Mundial de Tango, recibiendo a candidatos de todo el globo, atrayendo a turistas y amantes del tango.

Será el undécimo año que se organizan esos campeonatos en Buenos Aires. Once años... En comparación con el siglo de existencia del tango, parece poquísimo.

Pero ¿sabían que en realidad, los campeonatos de tango siempre han existido en las milongas? Y, excelente noticia, algunas milongas han decidido organizar sus propios torneos, recordando la época de oro del tango y reviviendo esa antigua tradición. Y permitiendo a los amateurs, que no se quieren dedicar necesariamente al tango de manera profesional, participar en un campeonato.

El año pasado, La Viruta organizó en junio el primer campeonato Virutango, exclusivamente para amateurs. Profesores y profesionales estaban bienvenidos... dentro del público.

Este año, la famosa milonga de la calle Armenia organiza el segundo Virutango, que debutará el 8 de junio, y recompensará a los ganadores con 6.000 pesos en premios. La inscripción se hace por teléfono de martes a domingo al 4779-0030 o al 4774-6357.


Pero La Viruta no es la única milonga en organizar su propio campeonato. Aquí van otros dos ejemplos de este revival:

Campeonato de Tango Floreal Milonga

El campeonato de Floreal Milonga empezó en febrero de este año, y durará hasta el mes de noviembre, con 10 fechas en total. El domingo pasado fue la cuarta fecha. Los ganadores de cada fecha clasificatoria ganan 500 pesos y pasan a la semifinal en diciembre. La pareja ganadora del campeonato ganará además 3500 pesos y la contratación para una exhibición en Floreal Milonga y en La Milonga del Morán.


"La idea vino de rescatar la tradición de las milongas de la década del cincuenta, donde había torneos de tango, y ya a fines de los cincuenta hacían también de rock", explica Mariano Romero, uno de los organizadores de Floreal y el Morán. "Además, el campeonato va a acercar gente nueva a nuestra milonga o que nunca había venido antes."

A diferencia de los campeonatos de la Ciudad o mundial, "el estilo es libre dentro de lo que es el baile de pista o social", reza el reglamento. No se evalúa la vestimenta, y el voto es únicamente del público presente. Se trata, evidentemente, de un torneo estrictamente amateur.

Próxima fecha prevista: 16 de junio.

¡Ojo! Sólo se pueden anotar 10 parejas por fecha, así que no esperen el último momento para inscribirse. Lo pueden hacer al mail florealmilonga@gmail.com, a través de un mensaje privado en Facebook o al número de celular 15 5962 3195.


"El Mundialito"
Campeonato de Tango Amateur en ¡Viva la Pepa!


Otro torneo amateur es el que organiza Pepa Palazón en su milonga del club Villa Malcolm, ¡Viva la Pepa! Este todavía no ha empezado: la primera fecha es el 2 de junio próximo.

Tendrá lugar todos los domingos de junio, las tres primeras fechas siendo las rondas clasificatorias (2, 9 y 16 de junio, coincidiendo ese día con una de las fechas clasificatorias del torneo de Floreal Milonga), el 23 la semifinal, y el 30, la gran final.


"Desde hace bastante tiempo venía pensando en qué podía hacer durante la temporada baja, que este año es mucho más dura para todas las milongas de capital que las anteriores", explica Pepa Palazón. "Pensé que debía cambiar el formato habitual de exhibición con bailarines invitados e involucrar a la gente que suele venir cada semana a bailar. Como justo en esa época es donde se encuadra el Metropolitano de tango y luego pasan dos meses hasta que llega el Mundial, pensé que una buena opción sería aprovechar esa energía que despiertan ambos campeonatos y llenar un espacio entre ambas fechas par mantenerlo."

Este campeonato se presenta como algo más "moderno" que el de Floreal. El reglamento precisa: "Pueden inscribirse todas aquellas personas que lo deseen sin importar nacionalidad, sexo, edad o cualquier otro factor ajeno al tango."

Y, detalle importante, "las parejas podrán presentarse sin distinción de sexos: hombre/mujer, mujer/mujer, hombre/hombre o mujer/hombre con cambio de rol. El único requisito es que exista un marcador y un seguidor (estilo libre)".

Al igual que en Floreal, en cambio, la votación será del público, en presencia de un veedor.

Los premios serán de 3000 pesos en efectivo para el primer lugar y dos sesiones fotográficas en el estudio de Javier Fuentes y Nicolás Fernández, y 1500 pesos para el segundo lugar en productos de DNI Store.

Para inscribirse, hay que mandar un mensaje privado en Facebook a Viva la Pepa Milonga o a Pepa Palazón, por mail a pepapalazon@gmail.com o por celular al 15 6761 1899.

Ojo, las inscripciones se aceptarán hasta el 29 de mayo.

Así que ya saben, las y los que quieran competir, no tienen por qué hacerlo en el Metropolitano o en el Mundial: ¡en la milonga de su barrio también han vuelto los torneos!

domingo, 19 de mayo de 2013

Floreal Milonga

Hace pocos días cumplió dos años Floreal Milonga.

Se trata de una milonga que tiene lugar en el Club Ciencia y Labor, en el barrio de Villa General Mitre, los domingos por la noche. 

Todavía no ha sido invadida por turistas, y espero que siga siendo así. Por eso, exactamente como en el caso de la Milonga del Morán, tardé en escribir una entrada al respecto. Pero es tan, pero tan linda, que no puedo resistir a la tentación de compartirla con ustedes.


Los organizadores de Floreal Milonga, Mariano Romero, Lucila Bardach y Marcelo Lavergata, son justamente los mismos que los de la Milonga del Morán, otra milonga de barrio organizada en un club social y deportivo, en el barrio de Agronomía.

A diferencia del Morán, que se organiza una vez por mes los sábados (cuando empezó, no tenía un día fijo), Floreal Milonga se hace de manera semanal, todos los domingos, también tempranito, a partir de las 21h30, después de la clase de las 20h.

"Abrimos Floreal Milonga por la imposibilidad de tener otro día más en el club Morán", explica Mariano Romero, que también es el musicalizador en ambas milongas. "Salimos a buscar otro club para hacer milonga los domingos".

El resultado es tan logrado como lo fue el Morán: una milonga de barrio, con el espíritu de los bailes de la década de los cuarenta o los cincuenta, que convoca tanto a los vecinos como a los milongueros de otros lugares de la ciudad.

La idea es llevar el tango a los barrios, haciendo un paralelo con el ciclo de Cucuza Castiello y Moscato Luna en el bar de Villa Urquiza El Faro, "El tango vuelve al barrio", en el que se convocó a cantantes de tango en un acontecimiento barrial.

"Allí se llevaban tangos cantados, y nosotros proponemos milongas en los barrios. Estamos totalmente identificados con aquella propuesta", precisa Romero.

"La Milonga del Morán y Floreal Milonga son bien diferentes a mi entender", matiza. "Morán es una milonga grande, donde sí o sí siempre hay shows de artistas, orquestas en vivo y exhibiciones de bailarines. Floreal, al ser más pequeña, tiene como una estética más intimista, hay gastronomía de bodegón y también siempre hay shows."

En una época superficial, de consumo masivo, lentejuelas y mal gusto, ir a bailar a Floreal Milonga es una bocanada de aire fresco, auténtico y diferente. Allí, todo pasa más lento. La gente se toma el tiempo de sentarse, comer los platos caseros, tallarines al huevo, flan, brownies, tomarse un vinito o una cerveza, mirar la pista y bailar con tranquilidad.

Un paréntesis de serenidad en un mundo enloquecido.

Club Ciencia y Labor
César Díaz 2453 - Villa General Mitre
Los domingos a las 21h30, luego de la clase impartida por Marcelo Lavergata y Lucila Bardach (a las 20).
Cómo llegar: Metrobus, y colectivos 34, 63, 109, 110, 113, 135, 162 Y 166
Contacto: florealmilonga@gmail.com y 15 5962 3195

viernes, 10 de mayo de 2013

Crónicas parisinas #8 y algo más

Después de milonguear bastante en París, de despotricar contra sus milongas-que-no-son-milongas-sino-prácticas, contra sus bailarines que no respetan los códigos de la pista, bailan sin alma y van a la milonga como se va a yoga o a una clase de tae-bo, me siento obligada a ser un poco más tolerante.

No solamente porque hablé el otro día con un excelente milonguero parisino, al que he descubierto asiduo lector de este blog, y que me expresó su decepción ante mis entradas muy críticas, sino también porque hay que reconocer varias cosas:

  • No, las milongas parisinas no son milongas. Sí, son prácticas. Pero algunos lugares realmente le ponen garras para transformar los lugares en algo parecido a lo que se puede encontrar en Buenos Aires. No hablo tanto del ambiente (eso depende más de la gente que concurre), sino de la ambientación.
    Por ejemplo, El Colectivo. Antes, se trataba de una pista de baile con algunos escasos asientos a su alrededor, y una barra en otra pieza. Mis primeras experiencias fueron bastante negativas. Hoy en día, la barra sigue estando en la otra pieza, por supuesto, pero su organizadora, Florencia García, ha colocado mesitas con manteles rojos en tres de los bordes de la pista y ha tratado que el lugar fuera más acogedor.
El Colectivo
  • Sí, la mayoría de los bailarines parisinos carecen del calor que tienen los porteños. Pensaba que era un estereotipo. No lo es. La cultura latina tiene otro manejo de los cuerpos, de los contactos físicos entre las personas. Por supuesto, no se trata de algo genético. Ese mismo calor se puede conseguir viviendo mucho tiempo en Argentina o América Latina u otra región en que la gente no sea tan reacia al toqueteo. De hecho, algunos bailarines parisinos que han hecho estancias más o menos largas en Buenos Aires tienen una sensualidad distinta.
  • Si me he quejado, al acudir a mis primeras milongas parisinas allá por el 2009, de que el estilo que más se practicaba era el tango nuevo, o una especie de mezcla de géneros que no eran ni una cosa ni la otra, tengo que reconocer que últimamente, el abrazo se ha cerrado, los que jugaban al helicóptero fantástico en medio de la pista bajaron a tierra, y el furor del tango nuevo se ha calmado bastante, salvo algunas excepciones. Un fenómeno que también había notado en Buenos Aires desde hace unos años ya.
    No que de repente se hayan vuelto saloneros, pero al menos tienen un poco más consciencia de los demás en la pista y han empezado a entender que en el tango, el abrazo lo es todo.
  • Pero sobre todo, no se puede pretender encontrar en el extranjero lo mismo que en Buenos Aires. Menos mal. Si hubiera milongas "de verdad" en todo el mundo, Buenos Aires ya no sería un lugar excepcional. El tango es fruto de una cultura, un lugar, una indiosincrasia que no se pueden exportar tan fácilmente.
    Si pretendo encontrar en París, Roma o Nueva York lo mismo que en Buenos Aires, soy yo la equivocada, no lo parisinos, los romanos o los neoyorquinos. 
    Al contrario, debería sentirme feliz de encontrar aunque sea una pálida copia de las milongas en todos los rincones del mundo. De escuchar tango, aunque los DJs no tengan mucha idea del trabajo de musicalizador de milonga, en lugares remotos del planeta. De constatar que la gente de alrededor del globo sueña con bailar "como en Buenos Aires", aunque no tengan la suerte de tener profesores a la altura de sus expectativas, y aunque el tango, muy generoso él, sea enseñado de cualquier manera y por cualquier persona con dos años de clases.

En conclusión, debería quejarme menos y aprender más a apreciar lo que hay en París y en otros lugares. No serán milongas-de-verdad, no serán milongueros de ley, no será la misma calidad ni el mismo calor. Pero  es lo que hay. Y al fin y al cabo, no está mal.

lunes, 21 de enero de 2013

Tengo una Pregunta para Vos: la memoria del tango

Se suele decir que los argentinos no tienen memoria. Pero eso lo he escuchado en todos los países en los que he estado (y son muchos).

Pero algunas personas creen que sin memoria, no hay futuro, y ponen en práctica lo que piensan en la teoría. Pasa con los historiadores. Y con proyectos en apariencia más humilde, pero que saben rescatar la memoria de la cultura colectiva. 

Pepa Palazón
Fuentes Fernández Fotografias
Es el caso del programa Tengo una Pregunta para Vos, ideado y coordinado por la española Pepa Palazón.

Pepa llegó a Argentina porque se enamoró del tango, y se quedó. Su cuartel general era el Club Social y Deportivo Villa Malcolm, en el barrio de Villa Crespo. Los lunes se organiza allí la práctica El Motivo (de la que fui asidua asistente allá por los años 2006 y 2007). Muy pronto, las organizadoras le pidieron sumarse al equipo para dinamizar la práctica. Aceptó, y se convirtió en una referente de las milongas porteñas.

En julio de 2012, abrió su propio espacio, Viva la Pepa, siempre en Villa Malcolm, los domingos por la noche, como "previa" a La Viruta, a la que se suele acudir bastante tarde, después de la 1 de la mañana.

La idea del programa Tengo una Pregunta para Vos surgió a raíz de una charla que tuvo con Mariano Chicho Frúmboli en la puerta de La Viruta, luego de la publicación de su entrevista en El Tangauta. "Cuando regresaba a casa, pensé: 'Qué pena que la gente no haya podido escuchar eso!' Así que fue ahí, en ese justo momento, donde se gestó la idea de base", cuenta Pepa.

Habló entonces con unos amigos que aceptaron colaborar ad honorem en el proyecto: Ricarda, la dueña del "petit hotel tanguero" Luna Llena, que cedió el espacio, Carlos Vizzotto para las fotos y Hebe Mtz para la filmación. La entrada a las entrevistas es pública, y completamente gratuita: "Soy de las que creen que la cultura es un derecho y que debe ser accesible a todo el mundo", explica.

¿La finalidad? "Conocer un poco más de cerca a aquellos que, de una forma u otra, forman parte ya de la historia del tango, y contada en primera persona", explica. "Sentía que había un gran vacío en ese sentido. Que con el paso de los años, con suerte, tendríamos videos que nos mostrarían cómo bailaban o cómo tocaban esos grandes Maestros, pero el cómo o por qué llegaron ahí, qué pensaban o qué les movilizó o, simplemente, qué vivieron y qué aprendieron en ese largo camino, serían algunas de las cuestiones que se perderían irremediablemente".

Pepa Palazón, por supuesto, no ha sido la primera en tener la idea de rescatar la memoria de los "dinosaurios" del tango.

Hace unos seis años, Horacio "PBT" Godoy, el organizador y DJ de La Viruta, había empezado un proyecto similar. Su idea era invitar a "grandes" del tango para charlas informales y gratuitas en las que el público podía hacer preguntas. Pero no se hizo de manera sistemática.

Recuerdo una charla a la que asistí con Alberto Podestá de invitado, que sí fue grabada en audio. La desgrabación se publicó en el portal ABCTango.com (hoy en refacción, daré el enlace a esa entrevista cuando esté nuevamente activo). Ignoro si fue filmada.

El gran logro de Pepa Palazón es haber sistematizado la idea, haber archivado todo en video y haberlo puesto a disposición de la gente de manera absolutamente gratis, a través de You Tube.

El formato del programa es simple: "Durante una hora y media", explica Pepa, "la gente puede preguntar al Maestro invitado lo que quiera (siempre dentro de un marco de respeto). Yo ejerzo de conductora y/o de moderadora. Siempre tengo preparada una entrevista completa por si la gente no se anima a preguntar pero, por lo general, participan bastante... ¡por suerte! Los últimos cinco minutos los dedico a un 'Ping Pong' de preguntas que, algunas se repiten a todos los Maestros, y otras están personalizadas".

La primera personalidad entrevistada fue, justamente, Chicho. Luego siguieron Milena Plebs, Carlos Pérez y Rosa Forte, Osvaldo y Coca, y muchos más.

El segundo martes de marzo, Pepa empezará un nuevo ciclo especial de músicos de tango, que se hará hasta noviembre, y está parcialmente financiado por el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA).

Aquí va, entonces, uno de esos videos que quedará en la historia, y que contribuye a preservar la memoria viva del tango, el programa en el que se entrevistó a Alberto Podestá, el 11 de diciembre de 2012 (con subtítulos en inglés):

jueves, 17 de enero de 2013

María Inés Bogado y Sebastián Jiménez

Foto DyN
Hoy les quiero hablar de una jovencísima pareja que es, a mi entender, una de las mejores parejas de tango de salón hoy en día: María Inés Bogado y Sebastián Jiménez.

El jurado del Campeonato Mundial 2010 no se equivocó al otorgarle el primer puesto, muy ampliamente merecido.

Ambos se conocieron en la práctica de Carlos Pérez y Rosa Forte en Sunderland, en el año 2007. Tenían apenas 14 años. Sebastián bailaba tango desde los 10. María Inés había egresado de la escuela secundaria con el título de maestra nacional de danzas folclóricas.

Los conocí en el 2008 en la práctica de Sunderland. Bailé algunas veces con ese chico alto y flaco de apenas 15 años que era el fenómeno con el cual todas las chicas de la práctica querian bailar. Me fascinaba ese adolescente callado, tímido, tan discreto y educado.

Talento, elegancia, musicalidad, belleza, juventud... María Inés y Sebastián lo tienen todo.

Me ha costado mucho elegir un video para ilustrar esta entrada, porque casi todas sus exhibiciones son impecables. Así que aquí va una pequeña selección completamente aleatoria.





lunes, 14 de enero de 2013

Carlos Pérez y Rosa Forte, maestros de Villa Urquiza

En mi última entrada hablé de Carlos Pérez y Rosa Forte, mis maestros de tango.

Durante los dos primeros años de mi vida con el tango, me formé pura y exclusivamente en La Viruta, con los profesores de La Viruta (en particular, Horacio "PBT" Godoy), milongueando en La Viruta.

Siempre he defendido a muerte a ese lugar, que me ha hecho nacer al tango, de una manera que, seguramente, otros lugares más... digamos... acartonados o... digamos... antiguos, no me habrían permitido hacer.

Yo ya no era tan joven (empecé a los 30), pero necesitaba un lugar para divertirme, pasarla bien, ver gente de mi edad, hacer sociales, sin demasiadas complicaciones. Para eso, La Viruta fue el lugar ideal.

Y tan mal no me formó, puesto que al cabo de seis meses, podía bailar más o menos decentemente, y al cabo de dos años, cuando empecé a ir a otras milongas, no me creían cuando decía que mis únicos profesores habían sido los de La Viruta.

Pero hay que reconocer que La Viruta tiene muchas limitaciones, si se quiere indagar un poco más en eso del tango, si se quiere ir a la esencia, puesto que no profesa ningún estilo en particular, o se inclina más hacia el tango nuevo, y la enseñanza está más basada en secuencias que en el sentir real del tango

Durante un año más, me aboqué a estudiar tango nuevo con diversos profesores (Gustavo Naveira y Gisele Anne, Cecilia García y Santiago Dorkas, Alejandro Larenas y Marisol Morales, Chicho Frúmboli y Juana Sepúlveda, Pablo Inza y Eugenia Padilla, Gastón Torelli y Moira Castellano...), y la pasé muy bien. 

Hasta que me di cuenta de que disfrutaba muchísimo más con el tango tradicional, con aquel abrazo perfecto que una busca todas las noches de manera desenfrenada, y sólo se puede encontrar en el abrazo cerrado.

Empecé a recorrer entonces otros profesores (Julio Balmaceda y Corina de la Rosa, Ernesto Balmaceda y Stella Báez...), hasta que finalmente, di con LA pareja que me hizo descubrir y amar el estilo que adopté ciegamente, el de Villa Urquiza (aunque ellos digan que el estilo de Villa Urquiza "no existe"): Carlos Pérez y Rosa Forte.

En Buenos Aires no tienen una clase propiamente dicha, sino una práctica, los lunes y miércoles a las 20 horas, en la sala de arriba de Sunderland.

Empezaron a bailar en los años 50, vieron bailar a los más grandes de esa época, y aprendieron de ellos. Pero dejaron de bailar unos 15 años después, para abocarse a su trabajo y a su familia. Cuando volvieron a la milonga, allá por los años 90, se habían perdido todas las evoluciones del baile, y se habían quedado con el tango de los 50.

Así fue como Carlitos y Rosa se convirtieron en los transmisores del tango más puro y más tradicional. Por su práctica y sus clases particulares han pasado casi todos los últimos campeones mundiales, como Sebastián Achaval (2006), Dante Sánchez e Inés Muzzopappa (2007), Daniel Nacucchio y Cristina Sosa (2008), Hiroshi y Kyoko Yamano (2009), Sebastián Jiménez y María Inés Bogado (2010)...

Pero mucho mejor, para hablar de ellos, es dejarles la palabra a... ellos mismos. El 6 de diciembre de 2011 participaron en el proyecto "Tengo una pregunta para vos", ideado y coordinado por Pepa Palazón, programa que les recomiendo enfáticamente, y sobre el que escribiré una entrada aparte.

Son tres videos de una media hora cada uno, que son una joya absoluta para guardar en los archivos de la memoria del tango:





martes, 8 de enero de 2013

I don't speak French

Tengo este blog casi completamente abandonado. Es que hace ya varios meses que estoy medio viviendo en París, y la verdad, las "milongas" (pongo comillas, porque son más prácticas que milongas) parisinas no son muy inspiradoras, y no salgo mucho.

Aunque la otra noche, pasó algo que merece ser contado aquí.

Fui a bailar a Le Balbutiant, una "milonga" que se organiza en el mismo lugar que Le Chantier, pero los jueves.

Una de las razones por las que me cuesta salir en París, es porque, si bien la cosa mejoró bastante en los últimos meses, los franceses siguen bastante obsesionados con eso del tango nuevo.

Y todo bien con el tango nuevo, respeto a los que lo bailan, y tengo mucha admiración por bailarines como Chicho Frúmboli o Pablo Inza, pero a mí personalmente, no me gusta bailarlo, no me gusta el abrazo abierto, no me gusta su dinámica, me siento más cómoda con un buena abrazo estilo Villa Urquiza enseñada por mi maestro Carlos Pérez en Sunderland (sobre el que escribiré en otra entrada).

Entonces, cuando salgo, suelo seleccionar bastante, mirar mucho antes de aceptar bailar con alguien, y, claro, rechazar mucho también.

Hete aquí que aquella noche en Le Balbultiant, había notado a un chico cuyo baile me parecía bastante bueno: al piso, elegante, tranquilo, al parecer un lindo abrazo.

Esperé a que estuviera solo y sentado y me acerqué para sacarlo a bailar, en francés, por supuesto. Su respuesta:

- Oh, I don't speak French.

Como no sabía si era una excusa para no bailar o si realmente no entendía, le hice la misma pregunta en inglés.

Puso cara de: "Uh, me cagó" y se levantó. Evidentemente, no tenía ganas de bailar, lo cual era perfectamente entendible; suficientes veces me he quejado de los varones que no entienden que "no" es "no". Entonces le dije que si no tenía ganas de bailar, no tenía por qué hacerlo, que estaba todo bien. Me contestó (siempre en inglés):

- En general, siempre digo que no a una mujer que me invita, pero bueno, vamos, me gusta la tanda.

Ahí tuve ganas de ahorcarlo, lisa y llanamente. O sea, pibe, si no soportás que una mujer te saque, ¡decí que no, y dejate de hinchar! Debería haberlo plantado ahí mismo, pero el problema es que encontrar en París a alguien que baile bien el estilo que me gusta es realmente una odisea, y él parecía bailar bien. Entonces puse mi orgullo en mi bolsillo, y fuimos a la pista.

Se puso a bailar con la evidente intención de romperme en dos y de demostrarme que no servía para bailar con Su Majestad. Si bien se acostumbra bailar despacio para un primer tango entre dos desconocidos, para acomodarse al cuerpo y a la energía de la otra persona, él empezó a hacer pasos gigantescos, ir a mil por hora, muchas veces a destiempo. Cuanto más histérico se ponía, más flegmática me ponía yo.

Entre tango y tango, ni una palabra. Al final del tercer tango, abrió la boca, con una sonrisa un poco incómoda:

- Bueno, al final bailás bien.
- ...
- No me lo esperaba.
-...

Lo que hay que soportar para bailar una tanda más o menos decente en París...