sábado, 16 de diciembre de 2017

Crónicas parisinas #9

En París, existen "milongas" (para mí, son más bien prácticas, como lo explico en esta entrada) abiertas por personas que nunca han pisado Argentina.

Recuerdo una anécdota particularmente sabrosa. Había ido varias veces a una "milonga" en la que, de un día para el otro, se había colocado una tela roja que separaba completamente la pista del lugar en el que estaban instaladas las mesas. De manera tal que cuando unx estaba sentadx en una mesa, no había manera de ver lo que ocurría en la pista. Me parecía bastante asombroso, dada la importancia de poder ver la pista cuando no se baila, no solamente para poder criticar a lxs que bailan (uno de los gustitos de la milonga), sino sobre todo para poder ir seleccionando con quién estaría lindo tener una tandita.

Varios meses después, estaba hablando con la organizadora de dicha "milonga", que estaba preparando su primer larga estadía en Buenos Aires, cuando me dijo: "Yo traté en mi milonga de hacer todo como en Buenos Aires, de acuerdo a lo que la gente me contaba de cómo es allá. Por eso puse la tela entre las mesas y la pista, porque me dijeron que allá, ponen telas en las milongas".

Me quedé pensando un largo rato, porque no entendía qué ignorante (o pícara persona) le podía haber dicho que en las milongas de Buenos Aires se tapaba la pista con una tela.

La conversación con esa chica era en francés. Lo pensé, lo volví a pensar, hasta que de repente, traduje en mi cabeza lo que me acababa de decir.

La frase exacta no hablaba de "tela". La frase exacta, que de repente cobró un sentido muy distinto cuando la traduje al castellano, hablaba de "rideaux": 

"C'est pour ça que j'ai mis un rideau entre les tables et la piste, parce qu'on m'a dit que là-bas, on met des rideaux dans les milongas".

"Des rideaux", no telas. O sea... cortinas.

Lo que le habían comentado era que en las milongas porteñas, ponen... cortinas.

No sabía si reír o llorar. Opté por no decir nada. Esa chica estaba a punto de irse a vivir 10 meses en Buenos Aires, me imaginé que allí sí le explicarían que las cortinas que se ponen en las milongas porteñas no son de tela...

Esto fue hace varios años. Nunca la volví a ver, ella no regresó a París, se fue a otra ciudad de Francia. Si algún día me entero de que abrió una nueva milonga, les contaré si finalmente entendió la diferencia.

sábado, 20 de febrero de 2016

El abrazo del tango... en Facebook

Tengo este blog muy abandonado. Lamentablemente, ya no puedor ir a milonguear tanto como quería. En algún momento de mi vida volveré a las pistas de manera asidua, estoy convencida de ello.

Ahora, veo que este blog igual lo siguen leyendo. Hoy me encontré en Facebook con esta foto, que cita una frase de esta entrada y precisa la fuente de donde se la sacó:



Muchas gracias a quien haya hecho ese montaje, por no olvidarse de citar sus fuentes (crédito de la foto y de la frase). Algo normal, pero cada vez menos común hoy en día.

sábado, 7 de junio de 2014

Multas milongueras

En las milongas, uno de los códigos consiste en bailar una sola tanda con una persona. Después de la tanda, se regresa a la mesa, y si se quiere bailar nuevamente con la misma persona, se espera un poquito.

Esto permite cierta rotación en las parejas, sobre todo para las personas que van solas.

Ahora que estoy mucho tiempo en París, me recuerda el sistema de alquiler de bicis Velib. Se trata de un sistema muy barato (unos 30 euros anuales), pero que está limitado a media hora de uso gratis. Después de lo cual, el usuario o la usuaria debe restituir la bici en alguna de las 1800 estaciones existentes, so pena de tener que pagar un plus (que puede llegar a 4 euros por media hora de uso).

Esto permite que haya rotación de bicis, y que la gente no la ate a un árbol cuando va a trabajar, inmovilizándola y no permitiendo que otra persona la use mientras tanto.

Bueno, resulta que en París, entendieron perfecto ese sistema para las bicis, pero no para la milonga.

Aquí, es muy común ver a parejas bailar tres, cuatro, cinco tandas seguidas, sin siquiera salir de la pista entre tanda y tanda. Simplemente se quedan ahí charlando durante la cortina, y siguen bailando juntxs en la tanda siguiente (sin saber lo que viene, qué orquesta, qué estilo...).

Resultado: las mujeres (porque siempre hay mayoría de mujeres) nos podemos quedar planchando toda la noche porque los cuatro tipos con los cuales queremos bailar están siendo monopolizados durante una hora seguida por otras.

Yo propongo un sistema de multas: para respetar la indiosincrasia local, se acepta hasta dos tandas seguidas. Después de dos tandas, hay que pagar 10 euros por tanda y por persona. 

Quizás así empiecen a entender que la milonga es un lugar de encuentro social (dos palabras claves ahí: encuentro y social), y no una práctica o una sala de ensayo...

Foto Gisela Passi

sábado, 1 de marzo de 2014

Mate amargo

Escuchado de un milonguero en una milonga porteña durante una cortina en que pasaban cumbia:
- ¿Por qué ponen esa música y la gente sale así a bailar? No me pongas esa música alegre. Yo bailo tango porque soy aburrido y amargado.

lunes, 17 de febrero de 2014

No salgo mucho

Conversación oída en una milonga porteña:
El: Me dijeron que estás saliendo mucho a milonguear.
Ella: Naaaa, la verdad no estoy saliendo mucho, sólo de jueves a domingo.

jueves, 17 de octubre de 2013

Frases de la milonga #5

Escuchado de un milonguero argentino observando una pista en París:

"Algunos tienen menos tango que Erasure."

domingo, 9 de junio de 2013

Xenofobia

En estos días se está organizando en Villa Malcolm el "Mundialito", campeonato de tango amateur en la milonga ¡Viva la Pepa!.

La organizadora de la milonga es la española Pepa Palazón, que vive en Buenos Aires desde hace casi seis años y lleva a pulmón su milonga los domingos en Villa Malcolm desde hace casi uno.

También es la creadora del programa "Tengo una pregunta para vos", que pretende rescatar la memoria viva del tango.

Nadie puede reprochar a Pepa su falta de compromiso con el tango. Nadie, tampoco, puede reprocharle ser movida por las ansias de ganar dinero. Dudo mucho de que, hoy en día, organizar una milonga signifique ingresos millonarios.

Pero hete aquí que, cuando Pepa anunció en su página de Facebook el inicio del campeonato en ¡Viva la Pepa!, recibió un comentario deplorable:
"Que pais generoso, chango! Una gallega organizando un mundial de tango...por que no organiza un mundial de jota aragonesa?"
Un comentario xenófobo por donde se lo mire: deslegitimiza a Pepa por el único motivo de ser española. Y por ningún otro. El hecho de ser española es, para esa persona, un impedimento para amar el tango y trabajar de eso en Buenos Aires.

Pepa tuvo la inteligencia de contestarle serenamente, cerrando el pico a las personas incapaces de entender que la ciudadanía y el pertenecer a un pueblo y una cultura no dependen de un pedazo de papel como es el pasaporte:
"En agosto hará 6 años que llegué a este país y hoy es la primera vez que recibí un mensaje xenófobo. Lo cual me preduce una mezcla de sentimientos muy intensa en este momento: tristeza, frustración y enojo. Mucho enojo. Esto es lo que escribieron: "Que pais generoso, chango! Una gallega organizando un mundial de tango...por que no organiza un mundial de jota aragonesa? " Sé que no se merece ninguna respuesta pero se la voy a dar, y del mismo modo que él lo escribió: en público. Uno: no organizo un mundial de jota aragonesa porque ni la conozco ni me gusta y Dos: el Mundial no lo organizo yo, aunque no pasaría nada siempre que lo hiciera bien. Lo que organizo es un campeonato de tango en MI milonga, un espacio propio que no discrimina a nadie ni por su nacionalidad, religión, color de piel, orientación sexual, ni nada que se le parezca.. Sí, soy española, pero también soy argentina, más allá de lo que diga mi pasaporte. Amo este país y amo el tango como pocas cosas amo en la vida. Lo amo cada día y en cada instante y lo amo con respeto. Lo amo con este corazón grande y esta mente abierta que la vida me regaló y de la que me siento muy orgullosa. Y, sobre todo, no lo amo sólo con palabras, lo amo con hechos.. Porque lo que yo soy, lo que somos todos, lo definen nuestros actos... y nada más..."
Clap clap clap.

Foto: Fuentes y Fernández

viernes, 24 de mayo de 2013

Lejos del Mundial, los campeonatos de barrio

En Buenos Aires termina este domingo el Campeonato de Baile de la Ciudad de Buenos Aires. Durante dos semanas, las milongas porteñas se vistieron de gala para recibir a los centenares de participantes porteños. 

En agosto se dará la gran fiesta del Mundial de Tango, recibiendo a candidatos de todo el globo, atrayendo a turistas y amantes del tango.

Será el undécimo año que se organizan esos campeonatos en Buenos Aires. Once años... En comparación con el siglo de existencia del tango, parece poquísimo.

Pero ¿sabían que en realidad, los campeonatos de tango siempre han existido en las milongas? Y, excelente noticia, algunas milongas han decidido organizar sus propios torneos, recordando la época de oro del tango y reviviendo esa antigua tradición. Y permitiendo a los amateurs, que no se quieren dedicar necesariamente al tango de manera profesional, participar en un campeonato.

El año pasado, La Viruta organizó en junio el primer campeonato Virutango, exclusivamente para amateurs. Profesores y profesionales estaban bienvenidos... dentro del público.

Este año, la famosa milonga de la calle Armenia organiza el segundo Virutango, que debutará el 8 de junio, y recompensará a los ganadores con 6.000 pesos en premios. La inscripción se hace por teléfono de martes a domingo al 4779-0030 o al 4774-6357.


Pero La Viruta no es la única milonga en organizar su propio campeonato. Aquí van otros dos ejemplos de este revival:

Campeonato de Tango Floreal Milonga

El campeonato de Floreal Milonga empezó en febrero de este año, y durará hasta el mes de noviembre, con 10 fechas en total. El domingo pasado fue la cuarta fecha. Los ganadores de cada fecha clasificatoria ganan 500 pesos y pasan a la semifinal en diciembre. La pareja ganadora del campeonato ganará además 3500 pesos y la contratación para una exhibición en Floreal Milonga y en La Milonga del Morán.


"La idea vino de rescatar la tradición de las milongas de la década del cincuenta, donde había torneos de tango, y ya a fines de los cincuenta hacían también de rock", explica Mariano Romero, uno de los organizadores de Floreal y el Morán. "Además, el campeonato va a acercar gente nueva a nuestra milonga o que nunca había venido antes."

A diferencia de los campeonatos de la Ciudad o mundial, "el estilo es libre dentro de lo que es el baile de pista o social", reza el reglamento. No se evalúa la vestimenta, y el voto es únicamente del público presente. Se trata, evidentemente, de un torneo estrictamente amateur.

Próxima fecha prevista: 16 de junio.

¡Ojo! Sólo se pueden anotar 10 parejas por fecha, así que no esperen el último momento para inscribirse. Lo pueden hacer al mail florealmilonga@gmail.com, a través de un mensaje privado en Facebook o al número de celular 15 5962 3195.


"El Mundialito"
Campeonato de Tango Amateur en ¡Viva la Pepa!


Otro torneo amateur es el que organiza Pepa Palazón en su milonga del club Villa Malcolm, ¡Viva la Pepa! Este todavía no ha empezado: la primera fecha es el 2 de junio próximo.

Tendrá lugar todos los domingos de junio, las tres primeras fechas siendo las rondas clasificatorias (2, 9 y 16 de junio, coincidiendo ese día con una de las fechas clasificatorias del torneo de Floreal Milonga), el 23 la semifinal, y el 30, la gran final.


"Desde hace bastante tiempo venía pensando en qué podía hacer durante la temporada baja, que este año es mucho más dura para todas las milongas de capital que las anteriores", explica Pepa Palazón. "Pensé que debía cambiar el formato habitual de exhibición con bailarines invitados e involucrar a la gente que suele venir cada semana a bailar. Como justo en esa época es donde se encuadra el Metropolitano de tango y luego pasan dos meses hasta que llega el Mundial, pensé que una buena opción sería aprovechar esa energía que despiertan ambos campeonatos y llenar un espacio entre ambas fechas par mantenerlo."

Este campeonato se presenta como algo más "moderno" que el de Floreal. El reglamento precisa: "Pueden inscribirse todas aquellas personas que lo deseen sin importar nacionalidad, sexo, edad o cualquier otro factor ajeno al tango."

Y, detalle importante, "las parejas podrán presentarse sin distinción de sexos: hombre/mujer, mujer/mujer, hombre/hombre o mujer/hombre con cambio de rol. El único requisito es que exista un marcador y un seguidor (estilo libre)".

Al igual que en Floreal, en cambio, la votación será del público, en presencia de un veedor.

Los premios serán de 3000 pesos en efectivo para el primer lugar y dos sesiones fotográficas en el estudio de Javier Fuentes y Nicolás Fernández, y 1500 pesos para el segundo lugar en productos de DNI Store.

Para inscribirse, hay que mandar un mensaje privado en Facebook a Viva la Pepa Milonga o a Pepa Palazón, por mail a pepapalazon@gmail.com o por celular al 15 6761 1899.

Ojo, las inscripciones se aceptarán hasta el 29 de mayo.

Así que ya saben, las y los que quieran competir, no tienen por qué hacerlo en el Metropolitano o en el Mundial: ¡en la milonga de su barrio también han vuelto los torneos!

domingo, 19 de mayo de 2013

Floreal Milonga

Hace pocos días cumplió dos años Floreal Milonga.

Se trata de una milonga que tiene lugar en el Club Ciencia y Labor, en el barrio de Villa General Mitre, los domingos por la noche. 

Todavía no ha sido invadida por turistas, y espero que siga siendo así. Por eso, exactamente como en el caso de la Milonga del Morán, tardé en escribir una entrada al respecto. Pero es tan, pero tan linda, que no puedo resistir a la tentación de compartirla con ustedes.


Los organizadores de Floreal Milonga, Mariano Romero, Lucila Bardach y Marcelo Lavergata, son justamente los mismos que los de la Milonga del Morán, otra milonga de barrio organizada en un club social y deportivo, en el barrio de Agronomía.

A diferencia del Morán, que se organiza una vez por mes los sábados (cuando empezó, no tenía un día fijo), Floreal Milonga se hace de manera semanal, todos los domingos, también tempranito, a partir de las 21h30, después de la clase de las 20h.

"Abrimos Floreal Milonga por la imposibilidad de tener otro día más en el club Morán", explica Mariano Romero, que también es el musicalizador en ambas milongas. "Salimos a buscar otro club para hacer milonga los domingos".

El resultado es tan logrado como lo fue el Morán: una milonga de barrio, con el espíritu de los bailes de la década de los cuarenta o los cincuenta, que convoca tanto a los vecinos como a los milongueros de otros lugares de la ciudad.

La idea es llevar el tango a los barrios, haciendo un paralelo con el ciclo de Cucuza Castiello y Moscato Luna en el bar de Villa Urquiza El Faro, "El tango vuelve al barrio", en el que se convocó a cantantes de tango en un acontecimiento barrial.

"Allí se llevaban tangos cantados, y nosotros proponemos milongas en los barrios. Estamos totalmente identificados con aquella propuesta", precisa Romero.

"La Milonga del Morán y Floreal Milonga son bien diferentes a mi entender", matiza. "Morán es una milonga grande, donde sí o sí siempre hay shows de artistas, orquestas en vivo y exhibiciones de bailarines. Floreal, al ser más pequeña, tiene como una estética más intimista, hay gastronomía de bodegón y también siempre hay shows."

En una época superficial, de consumo masivo, lentejuelas y mal gusto, ir a bailar a Floreal Milonga es una bocanada de aire fresco, auténtico y diferente. Allí, todo pasa más lento. La gente se toma el tiempo de sentarse, comer los platos caseros, tallarines al huevo, flan, brownies, tomarse un vinito o una cerveza, mirar la pista y bailar con tranquilidad.

Un paréntesis de serenidad en un mundo enloquecido.

Club Ciencia y Labor
César Díaz 2453 - Villa General Mitre
Los domingos a las 21h30, luego de la clase impartida por Marcelo Lavergata y Lucila Bardach (a las 20).
Cómo llegar: Metrobus, y colectivos 34, 63, 109, 110, 113, 135, 162 Y 166
Contacto: florealmilonga@gmail.com y 15 5962 3195

viernes, 10 de mayo de 2013

Crónicas parisinas #8 y algo más

Después de milonguear bastante en París, de despotricar contra sus milongas-que-no-son-milongas-sino-prácticas, contra sus bailarines que no respetan los códigos de la pista, bailan sin alma y van a la milonga como se va a yoga o a una clase de tae-bo, me siento obligada a ser un poco más tolerante.

No solamente porque hablé el otro día con un excelente milonguero parisino, al que he descubierto asiduo lector de este blog, y que me expresó su decepción ante mis entradas muy críticas, sino también porque hay que reconocer varias cosas:

  • No, las milongas parisinas no son milongas. Sí, son prácticas. Pero algunos lugares realmente le ponen garras para transformar los lugares en algo parecido a lo que se puede encontrar en Buenos Aires. No hablo tanto del ambiente (eso depende más de la gente que concurre), sino de la ambientación.
    Por ejemplo, El Colectivo. Antes, se trataba de una pista de baile con algunos escasos asientos a su alrededor, y una barra en otra pieza. Mis primeras experiencias fueron bastante negativas. Hoy en día, la barra sigue estando en la otra pieza, por supuesto, pero su organizadora, Florencia García, ha colocado mesitas con manteles rojos en tres de los bordes de la pista y ha tratado que el lugar fuera más acogedor.
El Colectivo
  • Sí, la mayoría de los bailarines parisinos carecen del calor que tienen los porteños. Pensaba que era un estereotipo. No lo es. La cultura latina tiene otro manejo de los cuerpos, de los contactos físicos entre las personas. Por supuesto, no se trata de algo genético. Ese mismo calor se puede conseguir viviendo mucho tiempo en Argentina o América Latina u otra región en que la gente no sea tan reacia al toqueteo. De hecho, algunos bailarines parisinos que han hecho estancias más o menos largas en Buenos Aires tienen una sensualidad distinta.
  • Si me he quejado, al acudir a mis primeras milongas parisinas allá por el 2009, de que el estilo que más se practicaba era el tango nuevo, o una especie de mezcla de géneros que no eran ni una cosa ni la otra, tengo que reconocer que últimamente, el abrazo se ha cerrado, los que jugaban al helicóptero fantástico en medio de la pista bajaron a tierra, y el furor del tango nuevo se ha calmado bastante, salvo algunas excepciones. Un fenómeno que también había notado en Buenos Aires desde hace unos años ya.
    No que de repente se hayan vuelto saloneros, pero al menos tienen un poco más consciencia de los demás en la pista y han empezado a entender que en el tango, el abrazo lo es todo.
  • Pero sobre todo, no se puede pretender encontrar en el extranjero lo mismo que en Buenos Aires. Menos mal. Si hubiera milongas "de verdad" en todo el mundo, Buenos Aires ya no sería un lugar excepcional. El tango es fruto de una cultura, un lugar, una indiosincrasia que no se pueden exportar tan fácilmente.
    Si pretendo encontrar en París, Roma o Nueva York lo mismo que en Buenos Aires, soy yo la equivocada, no lo parisinos, los romanos o los neoyorquinos. 
    Al contrario, debería sentirme feliz de encontrar aunque sea una pálida copia de las milongas en todos los rincones del mundo. De escuchar tango, aunque los DJs no tengan mucha idea del trabajo de musicalizador de milonga, en lugares remotos del planeta. De constatar que la gente de alrededor del globo sueña con bailar "como en Buenos Aires", aunque no tengan la suerte de tener profesores a la altura de sus expectativas, y aunque el tango, muy generoso él, sea enseñado de cualquier manera y por cualquier persona con dos años de clases.

En conclusión, debería quejarme menos y aprender más a apreciar lo que hay en París y en otros lugares. No serán milongas-de-verdad, no serán milongueros de ley, no será la misma calidad ni el mismo calor. Pero  es lo que hay. Y al fin y al cabo, no está mal.